Muchos afiliados se ganan la vida por Internet promocionando productos de empresas a cambio de una comisión. Esas empresas dan al afiliado un enlace único para rastrear los clics y poderle pagar sus comisiones. Hasta aquí todo bien pero, cuando reparten su enlace de afiliado, quien se supone que tiene que hacer clic en él se queda desconcertado, e incluso se asusta, con el horroroso formato del enlace.